• Planes de verano

    Las crónicas veraniegas (y parisinas) de Rubén Lardín ya son un clásico. Hace un tiempo nos las regalaba en elDiario.es y últimamente están en Letras Libres, donde hace poco publicaba la primera entrega de este año («Mis planes en París son los de siempre: atender el panorama»).

    De algunas de esas crónicas pasadas he sacado yo lugares que visitar en París, como el Museo Gustave Moreau; solo estando allí pude comprender plenamente este fragmento (y corroborar que, efectivamente, es uno de los mejores, si no el mejor):

    En lugar de celadores, este, que es el mejor museo de París, cuenta con tres grandes perros negro azabache, alanos españoles perfectamente adiestrados que se ocupan de mostrar los dientes cuando sienten amenazada una pintura. Dos de ellos, sentados sobre los cuartos traseros, hacen guardia en las salas superiores, las que se corresponden con el taller del artista. Un tercero, instalado en la parte de vivienda (la casa del brujo), permanece alerta tumbado junto a la que fuera la cama del pintor, un lecho diminuto a ojos contemporáneos.

    Lardín es también (aparte de muchas otras cosas, claro) el autor de uno-de-los-mejores-si-no-el-mejor podcasts españoles, La mano contra el sol, donde también atiende el panorama: pasea, observa y cuenta (como nadie). Este es su último episodio, publicado ayer y que todavía no he escuchado:


    El único que puede disputarle el trono (como no podía ser de otra manera) es EPSA (El programa de Sita Abellán), del que siempre me enorgullezco de ser algo así como el oyente cero (ahí estoy desde 2012) o, en todo caso, de habérselo recomendado (y, consecuentemente, enganchado a él) a un montón de gente. Miguel Agnes es, probablemente, la figura más importante de la (contra)cultura española de estos tiempos y así será reconocido cuando se reescriba bien la Historia.

    El archivo de EPSA es insondable, y de hecho parte de él ha desaparecido (voluntaria o involuntariamente), pero da igual por dónde empezar o qué formato elegir, con todo obtienes recompensa. Uno de los últimos es el libérrimo especial de casi 7 horas sobre Superestar, la serie de Vigalondo sobre la que funciona como complemento perfecto.


    Hablando de espíritus libres y contraculturales, Esty Quesada es entrevistada en Público por mi querido Enrique Aparicio, que la define como «quizás la única persona verdaderamente ‘incancelable’ del país». Enrique tiene también una sección veraniega en ese diario, llamada Aquellos agostos, en la que charla con diferentes artistas españoles (entre ellos Carlos Areces, Hidrogenesse, o Fernando Méndez-Leite) acerca de su relación con esta estación del año. La última, como decía, es Esty, una habitual también de EPSA (o más bien EPSI, pero esto ya es para iniciados), que deja varios titulares de los suyos.


    Cuando llegue ya el otoño, Miguel Agnes y el también ínclito Brays Efe estrenarán en la Cineteca de Madrid un ciclo llamado Linterna, que consistirá en «una sesión mensual que combina una proyección con una conversación entre amigos, proponiendo una relectura irreverente y luminosa del canon cinematográfico: una forma de reencantar la cinefilia desde la charla, el humor y la inteligencia». Procurarán, además, que se trate de películas que actualmente no pueden encontrarse en plataformas. La primera del ciclo es Cuatro aventuras de Reinette y Mirabelle, de Éric Rohmer.

    No he vuelto a Madrid desde que me fui hace año y medio, y creo que todavía necesitamos darnos un tiempo antes de que eso suceda, pero si estuviera por allí, no me lo perdería, desde luego.


    El programador de la Cineteca es Vicente Monroy, cuyo librito (sirva como diminutivo cariñoso y también de tamaño, pues tiene apenas 100 páginas) Breve historia de la oscuridad. Una defensa de las salas de cine en la era del streaming me regalaron por mi cumpleaños y es una pequeña maravilla muy recomendable. Por aquí dejo también la entrevista que Aimar Bretos le hizo en Hora 25 a propósito del libro. A Vicente da gusto leerle, pero también oírle (y verle, ya que estamos).


    Y para terminar, una canción. Cuando busco un título para las entradas del blog, lo primero que siempre me viene a la cabeza para plagiar es el de una canción ya existente. En este caso, es la que daba título al primer disco de Algora (que está jovencísimo en este vídeo) y además está muy guay.

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  • Carpas y terracitas (estás escuchando disco duro)

    Uno de mis podcasts musicales favoritos es disco duro, un cóctel que suele mezclar cantaditas, listas europeas de éxitos, recopilatorios legendarios, hyperpop, canciones del verano, petardeo y cualquier otro tipo de género genuinamente disfrutable y reivindicable (que entiendo que también es un poco la intención). Una de sus muchas virtudes es que no se parece a ningún otro podcast que conozca; otra, que está envidiablemente producido y montado. Y me siento, además, muy identificado con muchas de las vivencias que cuenta su host, alvaro.audio, gallego afincado en Londres.

    Y su último episodio es, probablemente, el mejor que haya hecho hasta ahora; así es como lo presenta él mismo en su web:

    Tenemos un ritmo tropical, tenemos un clima ideal, llevo sombrero y bañador. Sangría, sangría… para los dos!

    Sí! disco duro está de vuelta y traigo canciones bien fresquitas y, además, casi todas son en español, que por si no lo sabíais es el idioma oficial del verano desde por lo menos 1994.

    He decidido llamar a este episodio «Carpas y terracitas». El motivo es que a finales de los 90s y principios de los 2000s había bastantes recopilatorios que aseguraban que contenían lo más sonado en ese tipo de establecimientos. No sabía muy bien a qué se refería porque no eran muy frecuentes en Galicia pero al mudarme al mediterráneo a los 18 vi que realmente existían tales cosas.

    Cógeme de la mano y vamos a bailar!

    En efecto, canciones estivales de las de antes en una entrega que empieza por todo lo alto con una de Paradisio (que, sí, tenían más hits que «Bailando», que aparece brevemente), en la que también hay favoritas personales mías como «Cada vez» de Negrocan, y en la que suenan además «Agua y amor» de La Vania, «Beso en la boca (namorar pelado)» de Axé Bahía, «Hipnotizadas» de Lunae, «Another Night» de SPS o «Ritmo de la noche» de Mystic. Vamos, todo temazos, muchos de los cuales son para mí triggers de veranos inolvidables en maravillosas discotecas de provincias (tampoco tuve una juventud de demasiadas carpas y terracitas).

    (Quería poner el reproductor de Mixcloud mejor que el de YouTube, pero hace cosas raras y no funciona bien cuando lo publico).

    Lo peor de disco duro es que Álvaro no se prodiga mucho, pero hacia el final medio promete hacer otro episodio antes de que termine el verano, así que hay que darle cariño, likes y comentarios. Y para estar al tanto de cuándo publica, lo mejor es suscribirse a su newsletter. También tiene playlists en Spotify, Apple Music e incluso un Excel con todas las canciones que han sonado en la historia del programa.

    (alvaro.audio tiene también canciones propias, pero de eso ya hablaré otro día, ¡que mi idea era hacer entradas más cortas!).

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  • Nature is a language – can’t you read?

    Yootha Joyce leyendo Cumbres borrascosas (visto en Bluesky).

    Y aquí en la portada y contraportada del single de «Ask», de The Smiths (que yo creo que fue la primera canción que escuché en mi vida de los Smiths, bastantes años antes de volverme loco por los Smiths).

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  • Hidrogenesse asociados

    Hoy es el cumpleaños de Ron. Cumple 80 años. Ron y Russell son role models para nosotros (En el backstage del Bilbao BBKLive)

    hidrogenesse (@hidrogenesse.bsky.social) 2025-08-12T21:05:50.267Z

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  • Nina Raku

    Esta es una de esas canciones que aparecen en mi playlist de novedades sin que sepa muy bien de dónde han salido exactamente. No es una playlist algorítimica, sino una que me voy haciendo yo semanalmente picoteando de otras que hay por ahí y de cuyo gusto me fío.

    Haciendo una búsqueda rápida, he visto que es el tercer adelanto del que será el EP de debut de esta artista malagueña llamada Nina Raku y que la (brillante) producción corre a cargo de Juan Sueiro, productor que ha trabajado con un montón de artistas ―es el corresponsable del Indicios de Carlos Berlanga, nada menos― y fue miembro en su momento del grupo SPAM.

    Es una canción que ha acabado gustándome mucho, a pesar de que al principio me parecía más sorprendente que otra cosa (lo cual también puede ser virtud per se). Pero, sí, además es un grower.

    (Prueba esto es una serie dedicada a nuevos artistas españoles que voy descubriendo, puedes ver las anteriores entradas pinchando en la etiqueta de debajo o directamente aquí).

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  • La nostalgia imaginada

    Coincidiendo con el 86º cumpleaños de Álvaro Pombo, Hidrogenesse publicaban esta maravilla titulada «Imaginado es todo», la primera de las canciones de un álbum que próximamente dedicarán por completo a musicar poemas del escritor español, que ganó el Premio Cervantes el año pasado.

    La admiración de Hidrogenesse ―y más en concreto de Genís Segarra― por Álvaro Pombo no es nueva. Recordemos que uno de los álbumes de Astrud, grupo del que también era componente Genís, tomaba su nombre de un verso de uno de sus poemas, que aparecía reproducido en los créditos del disco.

    Yo dije la verdad lo dije una y otra
    vez a todo el que quiso oírme
    e incluso varias veces a quienes
    no querían oírme no fue un gesto
    excesivo ni me costó trabajo
    sencillamente decidí repetir
    lo que había

    dicho tantas veces ya cuchicheándolo
    en los pequeños oídos
    de las lagartijas
    como un ave desafortunada
    que entona varias melodías
    ligeramente indecisas
    y ninguna emitida para ser escuchada
    o deleitar o entristecer al hombre

    Nada en realidad ha sido pensado
    para que tú lo entiendas
    ningún jeroglífico se dibujó
    minuciosamente para que tú
    te perdieras
    ningún tesoro se escondió
    para que tú lo encontraras

    Tú no existes.

    El otro día encontré en Youtube este fragmento de una entrevista de 2007 (en catalán) en el programa L’hora del lector de TV3, en la que Genís y Manolo, el otro componente de Astrud, hablaban de sus influencias literarias. Ahí está ya Álvaro Pombo, pero también ―cómo no― Noam Chomsky, Góngora o Douglas Coupland, de quien Astrud tomaron prestado otro célebre título, «La nostalgia es un arma». Pero igual de eso hablaremos otro día.

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  • Mike King

    Since the late 1970s, the US’s most prolific concert poster artist Mike King has influenced how music lovers visualize their favorite artists. A new exhibition titled Copy/Paste/Print/Repeat features some of his rarer designs at New York’s Poster House through 2 November

    From Nirvana to Vampire Weekend: the art of Mike King’s gig posters – in pictures (The Guardian)

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  • Mi canción del verano

    Adri y Paulita cuando eran adolescentes que hacían canciones perfectas y yo era capaz de cantar cualquiera de las dos voces por separado.

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  • Más rápido que un rayo de luz

    A pesar de que este año no se cumple ningún aniversario redondo de su publicación, que fue hace 27 años, parece que Ray Of Light, el que muchos consideran uno de los mejores álbumes de Madonna ―si no el mejor― se ha puesto insospechadamente de moda en 2025, con varios artículos hablando de su influencia hoy en día, como señalaba ―enlazando uno de ellos― ayer ivncnt en Bluesky.

    Un artículo de varios que están saliendo sobre la influencia de Ray of Light en la música del 2025. Lo cierto es que entre unas cosas y otras yo también lo he estado escuchando bastante en los últimos meses.

    (@ivncnt.bsky.social) 2025-08-05T18:56:56.063Z

    Ahí se habla de su sonido y de la repercusión que en general ha tenido en artistas tan de actualidad como Kelly Lee Owens, FKA Twigs, Erika de Casier, Addison Rae o JADE. También está contribuyendo a aumentar el runrún en torno al álbum que haya salido hace poco Veronica Electronica, un disco de remezclas de algunas canciones de Ray of Light que en su día no llegó a publicarse y ahora sí, y que no sé si es exactamente causa o consecuencia del renovado hype.

    La primera referencia que recuerdo haber leído este año (igual hubo otras antes) sobre el disco fue esta del famoso crítico musical británico Pete Paphides, durante el festival de Eurovisión, en mayo.

    What I've realised watching Eurovision this year is that – across Europe – this might actually be the most influential album of the last 30 years.

    Pete Paphides (@petepaphides.bsky.social) 2025-05-17T21:24:21.075Z

    Y algo que me resultó curioso es que Rockdelux rescatara el mes pasado la crítica que en su día se publicó en la revista y que firmaba Víctor Lenore, que no dejaba en muy buen lugar al disco, pero tampoco a su autor ni a sus dotes como crítico.

    “Más allá del inofensivo fondo musical, ‘Ray Of Light’ (1998) es risible por el entusiasmo con que Madonna abraza el tópico de su renacimiento místico”🔙 Hoy recuperamos la crítica que Víctor Lenore hizo del séptimo álbum de estudio de la Ciccone.

    Rockdelux (@rockdelux.bsky.social) 2025-07-15T20:59:32.623Z

    Con permiso, la reproduzco aquí:

    De Madonna me quedo con el lado animal; con la mirada que captó Steven Mesiel para la carpeta de “Like A Virgin” (1984). Solo mezclando ese punto de salvajismo con mucho trabajo duro pudo forjarse un mito como el suyo. Y solo recuperándolo, aunque sea en parte, podrá sobrevivir ahora que le toca seguir modas en vez de crearlas.

    Pero, ay, cuando el instinto deja paso al cerebro, millones de fans se echan a temblar. Aparece entonces la Madonna calculadora que firma un disco plano y estándar –“True Blue” (1986)– para demostrar que no es flor de un solo éxito. O la que, acomplejada por su condición de estrella pop, desaparece entre autocomplacencia expresiva –“Erotica” (1992)– y superficialidad literaria –“Sex” (1992)–. O esa otra que nos hace perder el tiempo con géneros –“I’m Breathless” (1990) o “Evita” (1996)– que ni la necesitan ni la reclaman. Y me temo que su nuevo disco tiene un poco de todo esto.

    “Erotica” aburrió porque contenía dos estribillos en setenta minutos. Con “Ray Of Light” se va más allá, prescindiendo incluso de las melodías. Todo aquí se diluye en las etéras secuencias electrónicas cocidas por William Orbit o en colchones sonoros sustitutivos de las baladas. Más allá del inofensivo fondo musical, este disco es risible por el entusiasmo con que Madonna abraza el tópico de su renacimiento místico; desde el sincero arrepentimiento por sus faltas (“Drowned World/Substitute For Love”) hasta doce propósitos de enmienda teñidos de esencias orientales (escucha “Shanti/Ashtangi”: puro Khula Shaker). Lo único realmente triste es que el desprecio al pasado augura que este es un viaje meditado y sin posible retorno.

    “De chica material a chica espiritual”, titulaban los periódicos tras su viaje relámpago a Madrid. No nos dejemos enredar. El verdadero dilema está en retomar la madurez felina de “Bedtime Stories” (1994) o naufragar entre lamentos de artista incomprendida.

    No voy a entrar a valorar la deriva ideológica y periodística (por decir algo) de Víctor Lenore, pero teniendo en cuenta el grato recuerdo que dejó su paso por Rockdelux, tiene bastante sentido que la intención de los responsables de la revista reflotando su reseña haya sido mofarse de él y de sus habilidades como visionario.

    Recordemos las palabras que le dedicó el director de Rockdelux, Santi Carrillo, a Víctor Lenore en este programa de Carne cruda, ante un Javier Gallego atónito, y que también transcribo (aproximadamente) después. El corte es a partir de 1:40:38 / 100:38, más o menos:

    Bueno, Víctor Lenore es una muestra clara de cómo perder los papeles y no darse cuenta en el intento, ¿no? Solo hay que ver sus artículos, esto que hablábamos de los ganchos, de los ciberganchos, ciberanzuelos… para conseguir visitas con sus medias verdades, sus rumores infundados, su periodismo basado en apreciaciones subjetivas sin confirmar, su apuntar sin disparar y otras mil cosas que van en contra del código deontológico más básico del buen periodismo.

    […]

    Es una bazofia lo que escribe Víctor Lenore, además siempre en medios totalmente de derechas, cuando él va de izquierdas. Es un puro panfleto andante, una basura como periodista, y entonces lo único que podemos decir ante estas cosas es que ya tuvimos en España ―sobre todo―, tuvimos un momento en el que el nacionalcatolicismo nos embargó de tristeza, dolor y miseria, y ahora solo falta que esta nueva izquierda, que está basada en curitas y monaguillos, nos haga todavía la vida peor basada en una normativa política, una normativa política de comisarios políticos que intentan subvertir la libertad y el gusto de la gente a nivel individual. Y este tipo es uno de ellos, que ha malbaratado toda la formación que le dimos en Rockdelux y que tuvimos ya que finalmente llamarle la atención en su sección Truco o trato, sus dos últimos años lamentables, intentando que el entrevistado respondiese lo que él quisiese ―lo que Víctor Lenore pretendía que respondiese el entrevistado, quiero decir.

    Probablemente, conociendo a Santi Carrillo, de lo único que se habría arrepentido hoy en día (la entrevista es de 2020), es de considerar a Lenore como una persona «de izquierdas». Por lo demás, creo que se despachó a gusto.

    Terminamos este viaje con la canción que daba título al álbum de Madonna con el que lo empezábamos y que ―yo también lo creo― es un discazo plenamente vigente e influyente en 2025.

    Quicker than a ray of light!

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  • She’s in Parties

    She’s in Parties ―británicos, aunque con cantante irlandesa― era uno de los grupos que más ganas tenía de ver este año, y en gran parte gracias a esta canción, que tenía en bucle ya antes de poner un pie en Brighton y que está incluida en un EP del año pasado que les produjo nada más y nada menos que Stephen Street (su interminable e impresionante lista de créditos como productor incluye a The Smiths ―también Morrissey en solitario―, The Cranberries, New Order o gran parte de la discografía de Blur).

    A veces sucede que el poder de la anticipación es tan grande que acaba ahogando la sensación final, y aunque pocas pegas puedo poner objetivamente al concierto que dieron, por alguna razón acabé conectando con ellos menos de lo que pensaba. Lo cual no quita que «The Times» me siga pareciendo un temazo y que los siga teniendo en mi radar para seguir sus próximos pasos (han publicado single nuevo hace bien poquito).


    (Esta es una serie dedicada a algunos de mis artistas favoritos de la edición de 2025 del festival The Great Escape, puedes ver las anteriores entradas pinchando en la etiqueta de debajo o directamente aquí).

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