Etiqueta: Miki Berenyi Trio

  • Música por teléfono

    Estoy leyendo Cruzando los dedos, el libro de memorias de Miki Berenyi, editado por Contra, que me está molando mucho más de lo que esperaba. Me gustaban bastante Lush en su momento, pero tampoco era superfán y nunca me había interesado demasiado por su historia personal, aparte del desgraciado suicidio de Chris Acland, el batería del grupo, hecho tras el cual Lush se disolvieron. Eso sí recuerdo haberlo escuchado en su momento en el programa de radio Viaje a los sueños polares, en su etapa en Los 40, aunque tampoco sabría decir si cuando lo contaban sus presentadores, Luis Calvo y Joako Ezpeleta, era algo que acababa de suceder o si estaban hablando de algo que ya había pasado tiempo atrás. En mi cabeza es lo primero (y por las fechas puede ser), pero a veces los recuerdos nos traicionan, y eso es algo que también me gusta de la narración de Miki, que en ocasiones ella misma no está segura del orden cronológico exacto en el que pasaron ciertos eventos: no siempre hay un encaje exacto entre el recuerdo y la fecha, entre qué sucedió antes y después (como es lógico, por otra parte, y supongo que quien en este tipo de libros tiene perfectamente estructurado todo cronológicamente es en gran parte porque le aporta una parte de fantasía o invención, sea voluntaria o involuntaria). No he llegado aún a la parte en la que cuenta la muerte de Chris, en cualquier caso.

    Pero no venía a hablar yo hoy del libro en sí, sino de algo que se menciona en él y de lo que yo no había oído hablar nunca: un servicio telefónico, Dial-a-Disc, que hubo en el Reino Unido (y al que Miki Berenyi llamaba cuando era joven) que consistía en que marcabas el 16 o el 160 (desde un teléfono fijo, obviamente) y, tras un breve mensaje y un tono, empezaba la canción que había sido programada para ese día, que sonaba en loop. En un principio estaba limitado a las siete canciones más populares del momento en el país, pero luego se extendió a ocho (había dos canciones el domingo) y en su versión completa llegó a incluir el top 20. A mediados de los 70, Dial-a-Disc recibía un promedio de 70 millones de llamadas anuales y alcanzó su pico máximo en 1981, con 200 millones de llamadas en el año, poca broma.

    Ahora que nos hemos acostumbrado a acceder directamente a prácticamente cualquier canción o disco de la historia (también son lejanos, pero más recientes, los tiempos en los que tenías que elegir comprar los discos que tu presupuesto te permitiera, te coincidiera que sonaran en la radio o incluso leyeras sobre ellos e hicieras el ejercicio de imaginártelos), no deja de resultar chocante que hubiera (mucha) gente que llamara por teléfono para escuchar la canción del día, sin que tampoco la calidad de sonido fuera un valor en sí mismo como ahora. Y aunque, por lo que cuentan, había tramos de horarios de tarifas reducidas, también hay anécdotas de quien recibía (o más bien sus padres) facturas generosas por su afición a la música. Hay algunas historias chulas en los comentarios de este artículo.


    El actual proyecto de la excantante de Lush se llama Miki Berenyi Trio, tuve la ocasión de verlos a principios de este año en directo, pero me dejaron un poco frío, en parte porque no tenían apenas nada editado (los vi en enero y sacaron su primer disco en abril) y era la primera vez que escuchaba casi todas las canciones, excepto un par de Lush que sí tocaron (entre ellas la estupendísima «Ladykillers»). Pero, una vez escuchado, el disco está bastante bien, y esta canción en concreto, «Vertigo», es muy guay. Dejo también debajo un vídeo que grabé yo de «Ladykillers».

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